domingo, 4 de noviembre de 2012

FECHA Nº 13 - CHICAGO 0 - ATLÉTICO TUCUMÁN 1

"JUGAMOS COMO UN EQUIPO DESCENDIDO"




Luego de la caída en Bahía Blanca por 2 a 1 y tras la destitución del entrenador Mario Franceschini, El Torito enfrentaba en Mataderos bajo la dirección técnica interina de un viejo conocido, Ariel Melián, al conjunto de Atlético Tucumán. Un partido clave de esos que se dicen que son de seis puntos ya que el “Decano” al igual que Chicago no viene del todo bien con el tema del promedio.
Por eso era la oportunidad del Torito de conseguir los tres puntos ante su gente para empezar a escaparle a la zona “roja” de abajo, pero Chicago a pesar de haber jugado un buen primer tiempo no pudo convertir las situaciones de riesgo que creó por la falta de puntería de su Nº 9 Raul Becerra quien tuvo tres situaciones claras de gol y las dilapidó. Luego en el complemento los “Tucumanos” por intermedio de una pelota parada y en una jugada desafortunada para Chicago llegaron a la conquista del primer gol del partido. El Torito quedó totalmente desorientado por el tanto de Atlético y el entrenador terminó de sellar el resultado y de “marear” mas a sus dirigidos casi regalando el partido cuando sacó increíblemente a “Gomito” y a Becerra en lugar de habérsela jugado, y perdido por perdido debió sacar a dos volantes y poner sí, a Petrovelli y a Carreño ó a Ábalos, quien fuera, pero no, el equipo se terminó de “apagar” totalmente y nunca inquietó el arco de Luchetti por las modificaciones insólitas que realizó Ariel Melián. Chicago vuelve a tropezar con la misma piedra otra vez y esos errores solo en este Club pueden ocurrir. Se deberá nombrar un técnico de experiencia ya, o de lo contrario lamentablemente vamos en camino derechito a la B Metropolitana otra vez.






Otra vez hubo lio en las inmediaciones del Estadio.






Scifo desbordando como siempre por su banda
 pero los centros del "Correcamino" nunca fueron buenos.



El lamento de Monllor tras el gol
 tonto de rebote de los Tucumanos.

El festejo Tucumano que en una de las
 pocas que tuvieron la mandaron adentro.


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