"ACOSTUMBRADOS A PERDER"
Para cerrar la fecha número 29º de la B Nacional El Torito enfrentaba al conjunto de Banfield en el Sur, el “Taladro” ahora dirigido por Matías Almeyda tenía la necesidad imperiosa de sumar de a tres ante Chicago para seguir con vida en la lucha por ascender a la Primera División, mientras que el equipo de René Kloker con su futuro casi sentenciado a la B Metropolitana salía a la cancha para intentar llevarse los tres puntos con la intención de revertir la pálida imagen que se dejó la fecha pasada en la derrota ante Huracán por 3 a 0 en Mataderos.
El partido comenzó con un Torito empujando a Banfield, tal es así que Ariel Carreño a los pocos segundos de comenzado el encuentro se perdió la apertura del marcador solito y solo ante el arquero local que le tapó muy bien su remate, luego el “Taladro” se acomodó mejor en el terreno de juego y cuando apretó un poquito el acelerador a los 30 minutos de la primera mitad ya ganaba 2 a 0 por las desintelingencias en el fondo verdinegro que fueron una constante durante todo este Campeonato. En el segundo tiempo el local tranquilo con el 2 a 0 a favor se confió un poco y así Chicago pudo llegar al descuento con un tanto de Ariel Coronel que de cabeza ponía el 1-2, Banfield después del gol otra vez tomó las riendas del partido y a los 7 minutos del tanto de el “Cata” Coronel sentenció la historia marcando el 3 a 1 que ya iba a ser definitivo.
Chicago parece acostumbrado a perder, el equipo juega de punto en todas las canchas del país dando pena y mostrándose como si El Torito fuera un equipo realmente “chico” que sale a la cancha a ver que pasa. El descenso se nos viene encima, solo resta saber quien será el verdugo de Chicago, esta fue la cuarta derrota consecutiva y los hinchas del Torito ya estamos hartos de perder, otra vez el equipo recibió tres goles en contra y la desazón es cada vez mayor.
"EN CAMINO A UNA NUEVA DECEPCIÓN"
Muy duro fue en el año 2012 el camino que depositó a Chicago nuevamente en la B Nacional, con esa final de película no apto para cardíacos que protagonizó el arquero Daniel Monllor atajandole el penal ya en tiempo de descuento al jugador de Chacarita en la mismísima cancha del “Funebrero”, muy complicado y muy difícil se le hizo al Torito recuperar la plaza perdida en la 2º Categoría del Fútbol Argentino, porque luego de aquel Descenso en el 2008 en la Promoción a manos de Los Andes, al Verdinegro le costó cuatro larguísimos años de permanencia en la B Metropolitana poder lograr el objetivo de por lo menos volver a jugar en la B Nacional, una Divisional mas acorde a la historia que tiene Nueva Chicago, aunque por la gran cantidad gente y el amor incondicional de sus hinchas, El Torito se merecería jugar en Primera División.
Decíamos, cuatro durísimos años para por fin poder salir de la B Metro que es una Divisional tan deprimente como complicada, y una vez que logramos despejar de abajo y conseguir el Ascenso con un equipo bastante armado y con nombres de experiencia y jerarquía como Gomito-Testa-Serrano-Lemos, mezclado por muchos pibes jóvenes del Club con muchas ganas y futuro como Escudero-Coronel-Lago-Ramirez-Peyrán, no entendemos porque la Dirigencia se dejó estar, no se informó, no trabajó y no contrató en su momento en lugar de 12 refuerzos de poca calidad como se hizo, a 6 de jerarquía y de experiencia en los puestos claves de la cancha que si o si se necesitaba reforzar para afrontar lo difícil y competitiva que ya de antemano se sabía que era la B Nacional. Hablamos de haber incorporado un arquero de categoría, dos delanteros goleadores, dos defensores de raza y uno o dos volantes, y nada mas. Chicago si hubiera hecho una Campaña mas o menos regular ganando sus partidos en Mataderos y peleandola de visitante, hoy por hoy no tendría problemas de Promedio y en este mismo momento ya estaríamos hablando de los próximos refuerzos para afrontar el siguiente Campeonato. También Chicago se equivocó en mantener en su puesto tanto tiempo a Franceschini, cuando la cosa no daba para mas, y se sabía que el técnico que nos dio el Ascenso no le encontraba la vuelta al equipo, había que haberlo destituido de su cargo rápidamente y no dilatar la situación, y obviamente el error mas grande del mundo fue contratar en su lugar a un aprendiz como Ángel Bernuncio, si Mario Franceschini debía irse del Club, la idea era traer a un entrenador de basta experiencia como por ejemplo hizo Douglas Haig al contratar a “Mostaza” Merlo, que le levantó el ánimo al club de Pergamino, lo paró mejor en la cancha y ha conseguido desde su llegada una cantidad de puntos inmejorable que ya lo sacó de la lucha por no descender, a un equipo que estaba tan apremiado con el Descenso como Chicago.
Es una pena haber dejado pasar la chance de permanecer en la B Nacional y saber que ahora estamos EN CAMINO A UNA NUEVA DECEPCIÓN, un nuevo Descenso, el cuarto en tan solo 9 años, es un poco mucho no ?, pero parece esta ser ya una costumbre de esta Institución tan grande como lo es Nueva Chicago, la que nunca los que realmente amamos los colores verde y negro, podremos entender.
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