sábado, 4 de septiembre de 2010

Fecha Nº 7: Chicago 0 - Platense 0

"OTRO EMPATE MÁS DE LOCAL"


Pasan las fechas, pasan los rivales y Chicago sigue de mal en peor, tal es así que la estadística no nos deja mentir porque de visitante se perdieron tres de los cuatro partidos que les tocó jugar (Tristán Suárez, Italiano y Barracas Central) sólo fuera de casa se le ganó en Agronomía a Comunicaciones por 1 a 0, en lo que fue la única victoria hasta aquí del Campeonato. Lo más triste y penoso es que de local el conjunto de la dupla no puede hacerse fuerte y todavía no pudo sumar de a tres en esa condición, empatando los tres partidos y jugando realmente mal. El “Torito” no tiene “punch” arriba y acumula tan solo cuatro goles en siete partidos disputados, y en los últimos tres enfrentamientos no consiguió anotar, para colmo ahora habrá fecha entre semana, nada más y nada menos que ante Temperley en el Sur, será una buena oportunidad de levantar cabeza en un duro compromiso o sino (Dios no lo permita) enterrarnos aún más en este magro presente que nos envuelve y nos tiene tan solo con 6 puntos, casi en el fondo de la Tabla de Posiciones.
Si tenemos que hablar de este encuentro ante Platense, tenemos que decir que lamentablemente se consiguió OTRO EMPATE MÁS DE LOCAL, que obviamente no sirvió y menos aún jugando en Mataderos, ante un “Calamar” que venía de capa caída habiendo jugado el día Martes ante Estudiantes, teniendo tres días menos de descanso que Chicago, que lo hizo el día Sábado y no habiendo conocido aún la victoria en lo que val del Torneo, con el atenuante de tener en la cuerda floja a su técnico, el “Beto” Pascuti. Todo en contra para el visitante que vino a Mataderos a esperar (como hace 15 días atrás lo hizo Morón). Otra vez Chicago fue el que propuso la iniciativa por ser el local y por la necesidad de volver a ganar para escalar posiciones en la Tabla, y así fue porque el equipo de Traverso/Vega tuvo un par de ocasiones de gol en la primera mitad que el arquero controló bien o se fue por muy poquito desviado, con un buen partido de Jonathan Enríquez que combinó con Rubén Ferrer en una de las situaciones más claras, pero el ‘9’ se durmió un segundo y con el arco de frente no llegó a rematar porque el defensor de Platense se la robó justito. Promediaban los 40’ y parecía que el gol estaba al caer porque el “Torito” presionaba cada vez más, mientras que el “Calamar” tan solo esperaba y se defendía lo mejor posible, pero llegó la expulsión de quien hasta ahí era lo mejorcito del match, Julio Serrano, por un codazo en la mitad de la cancha que el árbitro Mauro Vigliano sancionó a un metro de distancia de la acción. Se fue el primer tiempo “en tablas” y el “Torito” se fue al vestuario para replantearse como iba a salir a jugar en el complemento ya con un hombre menos en la cancha.
En los segundos 45’ Chicago salió con los mismos diez con que se había retirado, pasando a jugar Rodrigo Pepe al circulo central en el lugar de “Julito” y Adrián Scifo se paró casi de número 8 subiendo y bajando por el carril derecho, pero parecía que con un hombre menos el partido se le iba a hacer cuesta arriba a Chicago, y así fue porque ya no llegaba al arco rival con la frecuencia con que lo hacía en el primer tiempo. Corrieron los minutos y recién en los últimos quince, Platense se le empezó a animar al conjunto de la dupla que a esa altura solo era entrega y sacrificio porque de fútbol, poco y nada, y a pesar de un remate que dio en el palo izquierdo de Agustín Gómez y otra que salvó el ‘1’ brillantemente abajo a la derecha, nada se pudo hacer para romper el cero en los arcos, resultado que nos hizo acordar mucho al clásico de hace quince atrás ante el “Gallito”. Había ingresado Damián Luna (haciendo su debut con la camiseta verdinegra), luego el “Bocha” Pérez y finalmente Bochi, pero la cosa estaba juzgada y sentenciada, otro empate de local ante la bronca de la gente que entre silbidos y aplausos despidió a sus jugadores que obviamente cambiaron la actitud del 3 a 0 ante Barracas Central la fecha pasada, pero evidentemente, ya sea por la irresponsabilidad en la expulsión de Serrano o por la falta de gol que tuvo el equipo, no convencieron a su público en lo más mínimo. En cuatro días enfrentamos a Temperley y ya no queda margen para el error. Habrá que ganar.


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