Cien Años De Pasión

Salud y felicidades a los socios, hinchas y simpatizantes de Nueva Chicago, el club acaba de cumplir cien años de vida, un siglo de pasión verdinegra, cien años de una rica historia futbolística, de amor incondicional hacia los colores, hacia el barrio Mataderos y hacia todo el entorno y lo que significa la pasión por el club y esas ganas de que llegue el fin de semana rápidamente para asistir a la cancha y ver rodar la pelota para ver jugar al club que decidimos amar toda la vida, por el cual nos desvivimos, ya sea por herencia de nuestros padres, por haber nacido en el barrio y querer apoyar la Institución de donde uno nació, o como tantas otras personas que adoptaron ya de grandes, la pasión por el “Torito”, porque veían que Chicago les contagiaba esa garra y esa mística que a uno le encanta ver en un campo de juego.
El Centenario de Chicago, el cual no se va a festejar como se debería por decisión de los Dirigentes, por lo que según ellos dicen, que tienen un cierto temor que haya enfrentamientos entre las barras que puedan ocasionar desmanes en la fiesta, lo que podría arruinar todo lo lindo que se venía preparando y terminar de alejar del club a la familia. Decisión que los que hacemos esta revista no compartimos, porque pensamos que cien años no se cumplen todos los días y el hincha de corazón, el que sufre, el que alienta sin esperar nada a cambio, en definitiva, el genuino, se merece poder celebrar el Centenario como Dios manda, el cual estábamos esperando hace mucho tiempo, pero bueno, ya se está organizando independientemente la gente, para celebrar en varios puntos de Mataderos.
Quizás muy distinto hubiera sido si Chicago lograba el objetivo y terminaba ascendiendo de categoría, pero lamentablemente ante Defensores, el “Torito” se quedó en la puerta de lo que hubiera sido el pasaje para disputar la Promoción mano a mano con un equipo del Nacional B (Independiente Mza.) y a pesar de haber ganado el primer partido de ida en Mataderos ante el “Dragón”, en la vuelta, en el Bajo Nuñez, con un planteo táctico que no nos convenció, un árbitro que sin duda nos condicionó y las tontas expulsiones de dos jugadores verdinegros, Chicago que perdió el encuentro tan solo por 1 a 0, se quedó con las manos vacías porque la ventaja deportiva la tenía el rival. Una pena y una amargura enorme porque todos pensábamos que este podía ser el año para abandonar la Divisional de la B Metro, además era un año terminado en uno (2011) y Chicago últimamente venía consiguiendo grandes logros en los años con esa terminación (1981-1991-2001) pero la cavala o la casualidad se rompió, y la realidad es que nos quedamos otra vez con las ganas.
Chicago ya ratificó en su cargo a Mario Finarolli como entrenador y creemos que si se mantiene la base y se consiguen varios refuerzos de experiencia y de buen pie, el “Torito” bajo esa base y comandado por el mismo técnico, tiene grandes chances de ascender, porque últimamente los planteles que no se desmantelaron y mantuvieron a su entrenador, tarde o temprano obtuvieron sus frutos. Ojala así sea, como siempre desde las tribunas vamos a apoyar y ahora más que nunca porque nuestro querido Chicago acaba de cumplir nada más y nada menos que cien años. Salud, corazones verdinegros.