sábado, 25 de junio de 2011

Reducido - Final (VUELTA): Defensores 1 - Chicago 0

"HASTA ACÁ LLEGAMOS"

Luego de la agónica victoria por 2 a 1 en el partido de ida en Mataderos por la final del Reducido, el “Torito” debía medirse 4 días después, otra vez ante Defensores de Belgrano, pero en esta oportunidad jugando de visitante, sabiendo de antemano que tan solo con el empate se iba a consagrar campeón del Octogonal, y así iba a tener la chance de disputar la Promoción con Independiente Rivadavia de Mendoza en busca del ascenso al Nacional B, pero un poco por el planteo del entrenador Finarolli, un poco por el gol tempranero de Defe, por algunas decisiones del árbitro que no compartimos, por el estado del campo de juego y por las infantiles expulsiones de Julio Serrano primero y Lucas Bustos después, se terminó logrando que Chicago pierda el partido por un tanto contra cero, dejando una muy pálida imagen, sobre todo porque el “Torito” salió a jugar como un equipo chico de la categoría, especulando con el resultado obtenido en Mataderos, y todos bien sabemos que este tipo de encuentros, si los salís a empatar, seguramente lo terminas perdiendo, como le ocurrió a Chicago.
Además, la inclusión para este partido con respecto al de la ida, de A. Coronel por Damián Luna, fue una mala decisión y aunque sabemos que en una cancha mala por el estado del campo de juego y por la lluvia constante que cayó los noventa minutos, laincorporación de Coronel en la zaga central junto a Precone no era tan descabellada, la mejor decisión era que juegue uno “rapidito” arriba como Luna, Berón, Ruíz, o el que fuera, porque se sabía que Defensores urgido de un triunfo se le iba a venir encima a Chicago y el “Torito” de contraataque lo podía lastimar al local, para cerrar la serie rápidamente. El técnico al incluir a un zaguero y volver a la línea de 4 defensores, le dio a entender al rival que iba a salir a defenderse y ahí se equivocó el entrenador porque Chicago debió haber salido a ganar el partido desde el minuto uno, buscando el gol de la apertura para después sí, manejar el trámite del juego, pero no fue de ese modo y el que consiguió rápidamente el gol fue el “Dragón” que a los 7´ venció a Daniel Monllor luego de una excelente media vuelta de su goleador Montenegro, que ante la marca poco incisiva de un defensor verdinegro remató cruzado abajo a la izquierda del uno del “Torito” que solo pudo mirar, 1 a 0 y aunque todavía faltaba muchísimo para la finalización del partido, interiormente los jugadores de Chicago y hasta la misma gente que veía el match, sabía que esa no iba a ser la tarde del “Torito” y que hasta aquí había llegado, y fue así nomás porque el conjunto de Mario Finarolli no pateó al arco en los 90´ de juego y no tenía ideas futbolísticas para revertir la situación y aunque Chicago de convertir tan solo un gol, iba a ser el conjunto que iba a pasar de Ronda, parecía muerto en la cancha como si tuviese que hacer 3 tantos para clasificar, aunque no era así.
Obviamente al “Torito” lo mató la estúpida expulsión del capitán Julio Serrano en la agonía del primer tiempo, donde al equipo se le cayó toda la estantería y nunca se pudo reponer de ese duro golpe y aunque con Serrano en cancha, Chicago hizo poco y nada para igualar el juego y cuando intentó una reacción en el 2º tiempo con el ingresó de Scifo por Coronel y Berón por Carboni, llegó la otra tonta expulsión tras la simulación de un penal de Lucas Bustos quién se arrojó en el área rival, sabiendo que estaba amonestado, 2º amarilla y afuera de la cancha dejando a Chicago con 9 jugadores. Ambas expulsiones podemos decir correctas, aunque en otras oportunidades algunos otros árbitros la dejan pasar, pero Eduardo Gutierrez no tuvo contemplaciones hacia el “Torito” y sancionó las 2 acciones con rojas, luego intentó compensar con la expulsión de Nadal, el lateral izquierdo de Defensores, pero ya la historia estaba sentenciada, lo que más bronca nos da es que el local, lo respetó muchísimo a Chicago y no liquidaba la serie a pesar de haber tenido un par de chances, es más, el conjunto de Della Pica tenía un miedo terrible aún jugando con dos jugadores demás, situación que Chicago no pudo ni supo aprovechar porque ya no tenía piernas, solo el gran Leandro Testa mostró un poco de orgullo para disputar esta final, como así también Monllor y un poco Matías Escudero, nadie más. Ya casi sobre la hora como es lógico, cuando te estás quedando con las manos vacías y afuera de todo, Chicago a fuerza de centros, producto de pelotas paradas, intentó empatar, pero el “Torito” no tenía resto alguno y entre que Chicago no podía y Defe que no quería, se murió el partido.
Y bueno, HASTA ACÁ LLEGAMOS, nos quedamos en la puerta de una definición mano a mano en busca de salir de esta horrible categoría de la B Metro. Chicago hizo lo suyo, y ganó el primer partido en Mataderos, pero perdió la revancha en el Bajo Nuñez, y el que quedó eliminado fue el “Torito”, porque en esta oportunidad la ventaja deportiva la tenía el equipo local por haber terminado en la Tabla General por encima del verdinegro. Chicago rompió con esa racha positiva de conseguir Ascensos en los años terminados en uno (1981, 1991, 2001) y así se despidió de la posibilidad de conseguir una nueva consagración, debiendo jugar otro año en la B Metro. Sí, otro largo año más.


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